Tuve la oportunidad de escuchar a Lawrence Lessig en una conferencia pública que dio en la PUCP el año pasado. Fue realmente una experiencia iluminadora: no sólo son sus ideas realmente revolucionarias, sino que la manera como las presenta es extraordinaria.
Lessig ha estado en la primera línea en la lucha por un sistema de propiedad intelectual más coherente con las nuevas tecnologías digitales, y por un régimen de creatividad que se construya a partir de los creadores y no de los intereses mercantiles que se montan sobre ellos. En los últimos meses, Lessig ha decidido llevar sus esfuerzos en otra dirección: viendo que las reformas que busca, y tantas otras más sumamente necesarias, encierran como condición de posibilidad una transformación en las maneras como llevamos a cabo la política, se concentra ahora en atacar lo que considera la corrupción de los gobiernos actuales. Corrupción que no es otra cosa que el estar sometidos a los intereses de grandes corporaciones y grupos lobbistas antes que a los de sus propios ciudadanos.
A continuación, una reciente entrevista al propio Lessig, donde explica en sus propios términos la razón de su cambio, y las maneras como considera que Internet y los nuevos medios de comunicación que ha venido defendiendo representan una herramienta central en su nueva lucha: